martes 17 abril

La sesión de mañana la dedicaremos al debate a partir de las preguntas, comentarios, que nos habéis hecho llegar a este blog.
Para contribuir a la reflexión, hemos colgando textos que nos han hecho llegar personas del 15M, algunas de las cuales, además, están ligadas a los ámbitos académicos.
La recogida de aportaciones al debate la hemos dejado abierta para facilitar la participación.

Por la tarde, tendremos las aportaciones del Grupo de Análisis de Sol y del Grupo de Psicología Comunitaria de la UAM, y posteriormente, un taller organizado por el Grupo de Estructura Asamblearia. Todo ello con metodologías participativas para contribuir a la reflexión.

9 comentarios:

  1. ¿Qué relaciones debemos tener con las instituciones y los procesos electorales desde
    las Asambleas 15 M? Parece claro para muchos que no queremos interferir en los procesos
    electorales ni ser un partido o coalición, ¿pero eso no facilita gobiernos más reaccionarios
    aún? ¿Podemos proponer a los grupos progresistas que se presenten unidos, exigir que
    escuchen a las asambleas de base, tanto en los programas como en las formas unitarias de
    acción? ¿Somos conscientes y escuchamos lo que dice la gente de la calle sobre este tema?

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  2. El Asamblearismo es una gran conquista de los indignados entre otros movimientos, pero también tiene algunas dificultades que no sabemos superar del todo. ¿que elementos
    son los más positivos y los más negativos de las asambleas que estamos haciendo? ¿Porque no han crecido sino mas bien menguado las asambleas? ¿tenemos un ritmo de asambleas
    más propio de militantes que de gente del común? ¿como mejorar los grupos de trabajo, las comisiones, y las propias asambleas para que sean más ágiles y efectivas?

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  3. La reflexión demócrata ha sido una constante desde el mismo momento en que se concibiera la democracia como forma de gestion de la res pública. Esa cosa pública, la cosa de toda la ciudadania y habitantes de un hábitat dado, nos sigue preocupando enormemente, en particular cuando de la política se ha hecho una profesión lucrativa y sus prácticas dirigistas vienen dejando mucho que desear. Lo menos que puede suceder es que de tarde en tarde sectores no solo marginados de ella sino también injuriados se rebelen y traten de encontrar otras formas de coexistencia social. La visibilizacion de las protestas en las plazas y el rescate de la noción de ágora en los espacios abiertos para discutir asuntos de interés colectivo ha sido una gran aportación escénica al mapa de los movimientos sociales. El acto asambleario invita a la participación discursiva y co-pensante de todos quienes tienen/tenemos opiniones que decir, es decir de todos y todas (ya que en otros reductos de reunión solemos decirlas), sin embargo ni el asambleísmo es perfecto ni los asamblearios tienen tanta experiencia como para organizar las conversaciones con el máximo de eficacia. En la anterior primavera se vio como en pocos días el acceso a la palabra sonora (la del micro) empezó a ser un tema de rivalidad y que los repartos y turnos de la palabra por escrupulosos que quieran ser nunca son justos. En cuanto a las asambleas empezaron a necesitar hacer votaciones incurrieron en un plagio parlamentarista y en un olvido fatal: pensar que las mayorias y minorias presentes en ellas representaban al resto de la sociedad ausente. Las asambleas tienen por delante aprender a ser asambleas. Posiblemente una asamblea para poderse declarar como tal necesitará de varias sesiones para aprender a serlo y demostrar que lo es. Las asambleas estresantes o con el estrés de hablar rápido para decirlo todo en 120 segundos padecen de faltas de normativas participativas. Asegurar la participación es la clave para toda propuesta y proyecto. La eclosión de miles de personas tomando la voz por primera vez en los espacios abiertos ha sido un gran éxito reinvindicativo de una educación popular para la que no se nos habia preparado ni para la que hay gobierno alguno dispuesto a invertir. Esa suma de participaciones han sido indudablemente actos democráticos pero también han revelado actos no democráticos y es que la democracia real además de un slogán bonito es un constructo aún por implementar en un aparato de estado y a escala de todos los niveles vecindarios de la ciudadanía. Precisamente una de las hipótesis (basada en una metodologia cientifica) para estudiar el mapa de los movimientos sociales es el de confirmar o negar su potencialidad revolucioanria para estar a la altura del presupuesto autogestionario que aparece en su discursividad. Implicitiamente la pretensión del consenso es una quimera en cualquier espacio colectivo y por tanto heterogéneo recargado de variables, a lo sumo lo que se puede aspirar –y no es poco- es a consensuar el disenso, es decir, a reconocer el conjunto de lineas argumentisticas presentes y propuestas diferentes. En estos momentos no parece que el quinceEme continuista esté interesado en ese registro pasando a ser una sigla mas del constelacionario de siglas organizadas, eso sí con un origen creado por el mismo movimiento de las protestas que lleva su nombre.JesRICART

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  4. No se puede idolatrar nada y el asambleísmo tampoco.No obstante, seguiremos convocando asambleas porque son actos públicos que en si mismos estadisticos de la capacidad de convocatoria de la idea de soberania y de interes colectivo en discutir los asuntos sociales y porque dan la palabra a quienes mas tienen que decir por estar habitualmente privados de poltronas y de resonancias mediáticas. Pero tan pronto esas asambleas se presentan con directivos y directivas pre-establecidas, con mesas directoras decididas no en el mismo espacio, con ordenes de discusion cerrados o incluso sin ordenes de discusión, con moderadores incompetentes,…habrá que inferir que las asambleas pueden ser revulsivos para asistir segundas o terceras veces si la libertad de palabra es un eslogan demagógico y los gritos ocupan el lugar de las disertaciones.JesRICART

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  5. La coordinación de la toma de decisiones entre asambleas, la multitud de iniciativas que todo el mundo quiere tomar, etc. no parece fácil de seguir. Por encima de lo que son
    las iniciativas locales, ¿deberíamos construir un sistema más ágil y trasparente para que hubiera priorizaciones, y campañas más unitarias? ¿como superar las largas reuniones de coordinación, perdidas en muchas informaciones que no son centrales para la mayoría, y poder tener todas las informaciones disponibles al tiempo que centrarnos en algunos de los objetivos que las bases consideren prioritarios?

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  6. Hay muchas propuestas de ciber-democracia tanto para hacer con referendums, como para influir en el congreso, como para articularnos con la gente desde sus casas, o para que las asambleas se articulen entre si.¿Es interesante empezar a ensayar algunas formas de estas en nuestros movimientos, de forma que los delegados o portavoces vean más facil su tarea, y más que correveidiles puedan entrar en debates de fondo, que se puedan ir pasando a las bases y asi retroalimentar todo el proceso? ¿Es logico que planteemos a
    las autoridades referendums y consultas, cuando en los movimientos apenas lo hacemos?

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  7. ¿Existen unas ideas comunes de fondo en el 15M? ¿Cuáles son?
    ¿Hemos perdido inclusividad en el 15M?¿Por qué?
    ¿Es extenuante una asamblea semanal para algunas personas? ¿Como acompasamos ritmos?
    ¿Genera el 15M demasiados eventos/encuentros y nos resulta complicado asistir a todos los que nos interesan? ¿Complica esto que converjamos en los eventos y como resultado se de poca asistencia a algunos eventos? ¿Nos preocupamos por integrar eventos y no realizar eventos paralelos?
    Algunas personas no ven resultados palpables tras el 15M, creen que "no ha servido para nada". ¿Es esto cierto? ¿Que hemos conseguido? ¿Existe esta percepción y causa desánimo? ¿Debemos buscar retos que nos sirvan de "pulso" y demostrar de lo que somos capaces?

    Considero que la actividad del 15M ha bajado desde que nació, pero es mucho mayor a antes de esa fecha. Sin embargo no copa los grandes medios de comunicación, se ha normalizado determinados eventos. ¿Cómo nos enfrentamos a la desinformación?
    ¿Foros de debate tan diversos frustran a algunas personas? ¿Cómo gestionarlo?
    ¿Debemos buscar unos puntos en común sobre los que trabajar?
    ¿Realmente reflexionamos en nuestras asambleas para converger en una única respuesta? ¿Va esto en contra de nuestra libertad, de lo que somos?
    ¿Es positivo ser reactivos o tender hacia lo propositivo? ¿Seguimos con la capacidad de "marcar la agenda de la opinión pública" o hemos vuelto a la dinámica anterior, donde "los de arriba" marcaban los temas a debatir de la opinión pública?

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  8. Gracias por vuestra iniciativa. Os trasladamos algunas inquietudes para las Jornadas:
    ¿Por qué tengo, tenemos muchos/as, la sensación de que "siempre" están/estamos los mismos en "estas historias"? ¿Por qué no somos capaces de trascender nuestras redes habituales? ¿Cómo solventar la "rabia-frustración" que produce que haya tantos eventos o acciones convocadas al mismo tiempo, que en el fondo inciden en una línea común de transformación social? ¿Cómo podemos mantener vinculación activa con estos procesos de movilización tan intensos, mientras "nos ganamos la vida" y "conciliamos" con la vida familiar; esto no "expulsa" a algunas personas? ¿Cómo compaginar la participación en estos procesos "nuevos", con nuestra participación en las organizaciones con las que ya colaboramos? ¿Cómo conseguir que nuestras acciones incidan en cambios de programa del poder institucional y los partidos políticos; como conseguir esa transferencia sin participar en el entramado institucional?.

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  9. A partir de la experiencia de la asamblea 15M en mi universidad se nos plantean algunas dudas:

    - ¿es lícito plantear a una persona que se incorpora a la asamblea defendiendo principios contrarios a los acordados por la misma (por ej. el uso de la violencia), que puede que ese no sea su espacio?

    - ¿y si esa postura es defendida por un grupo de personas, recién incorporadas, que supera en número a las personas que forman parte de la asamblea?

    Las dudas giran entorno a la evolución de las asambleas 15M. Cómo abordar la incorporación de nuevos miembros cuando éstos proponen planteamientos alejados de todo el trabajo hecho con anterioridad. ¿Hasta que punto es lícito que las nuevas personas, por el hecho de ser mayoría, puedan cambiar la razón de ser de una asamblea?

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